Como todos los años, celebramos el Día internacional del cooperativismo, que se festeja en todo el mundo, el primer sábado del mes de julio. Para los que somos cooperativistas, hoy no es un día más, es el día en que decimos “presente”, como sistema doctrinario, y decimos “presente” en todo el mundo, cada uno desde su lugar, pero todos juntos, como pregona el movimiento.
Decimos “presente” porque las cooperativas tienen dos siglos de experiencia en la construcción de sociedades sostenibles y resilientes, y porque como sistema doctrinario, económico y social para autosatisfacer las necesidades, es el más justo, equitativo y solidario.
Entre algunos de los ejemplos, las cooperativas agrícolas trabajan para mantener la longevidad de la tierra en la que cultivan por medio de prácticas agrícolas sostenibles. Las cooperativas de consumo respaldan la obtención sostenible de sus productos y educan a los consumidores sobre el consumo responsable. Las cooperativas de viviendas ayudan a garantizar viviendas seguras. Los bancos cooperativos contribuyen a la estabilidad gracias a su proximidad con sus clientes y brindan acceso financiero a los mercados locales e incluso en áreas remotas. Las cooperativas de servicios públicos trabajan por la transición a una electricidad más limpia y por el acceso de las comunidades rurales a la energía y el agua. Las cooperativas en la industria y los servicios en sus múltiples sectores (salud, comunicación, turismo, seguros, trabajo) tienen como objetivo proporcionar bienes y servicios de manera eficiente y ecológica, al mismo tiempo que crean empleo sostenible y de larga duración, y así un montón de ejemplos en todo el mundo.
Hoy las Cooperativas del mundo decimos “presente” porque representamos a más de 1.200 millones de miembros asociados. Y como dijo el presidente de la Alianza Cooperativa Internacional, que por primera vez es un argentino, el señor Ariel Guarco, “Probablemente no haya otro movimiento económico, social y político en el mundo que en menos de 200 años haya crecido tanto como nosotros. Pero el crecimiento no es lo más importante. Consumimos, producimos y usamos los recursos que el planeta nos brinda en solidaridad con el medio ambiente y con nuestras comunidades. Es por eso que somos un actor clave para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible".
En nuestra región hay muchas cooperativas de todo tipo, algunas previas al propio estado municipal o provincial,  que crecieron gracias al esfuerzo propio y la ayuda mutua, y gracias a personas que comprendieron el verdadero sentido de ser cooperativista, comprendieron que no es sólo un concepto, sino que es una forma de vida que elegimos para satisfacer no sólo un bienestar personal sino un bienestar común.
Por la importancia que tiene el movimiento cooperativo a nivel mundial, es que hoy decimos “presente”. Porque el cooperativismo ayuda a aumentar el nivel de concientización sobre la actividad de las cooperativas y difundir masivamente los logros del movimiento y los ideales de la solidaridad internacional, la eficiencia económica, la igualdad y la paz mundial.
Si todos comprendiéramos el sistema cooperativo como forma de vida, si entendiéramos que todos unidos logramos mejores resultados que separados, si entendiéramos que ponerse en el lugar del otro y trabajar en equipo por el bien general da mejores frutos que el individualismo y el interés personal, si sintiéramos más amor y menos enojo en nuestro corazón, viviríamos en un mundo más justo, más solidario, más equilibrado y más feliz.