Se trata de tareas de mantenimiento que implicaron la colocación de dos bombas Flygt -que se encontraban en reparación- en la toma del Lago Musters del acueducto del ’99 en la localidad de Sarmiento, para mantener el normal funcionamiento del sistema de bombeo y sostener la captación del servicio de agua a las cuatro localidades que abastece.
Desde la SCPL se realizó la puesta en marcha de dos bombas electro sumergibles en la toma del lago correspondiente al acueducto del ’99, que se encontraban fuera de servicio por mantenimiento. Una de ellas, posee una capacidad de bombeo de 3.800 metros cúbicos por hora -tratándose de la bomba de mayor tamaño que percibe la toma, que impulsa casi el 75% del total de caudal- y la otra de 1.250, al igual que las otras tres bombas que funcionan en el sector.
Respecto a tan importante maniobra, Daniel Todoroff, jefe del Sistema Acueductos, afirmó que “esta obra resulta significativa, porque permite tener una reserva o back – up en el sistema de bombeo. No significa que el bombeo se modificará, sino que permitirá trabajar con mayor tranquilidad para sostener el caudal actual que maneja acueductos y abastecer a las cuatro ciudades que reciben el suministro”.
Asimismo, desde el sector mencionaron que la colocación de ambas bombas equivale a un aproximado de 5000 metros cúbicos por hora de caudal de agua, lo cual compensa la capacidad de las otras tres bombas más pequeñas que hay en la planta y que se ven sobre exigidas.
En este sentido, Todoroff especificó que “estas bombas se hallaban en mantenimiento rutinario, el cual demoró mucho en el caso de la de mayor tamaño, ya que los repuestos provienen del exterior y arriban al país en barco. Ahora, si alguna de las otras bombas necesita mantenimiento, podemos programarlo con anticipación sin necesidad de modificar el caudal”.
Por otro lado, Diego Saavedra, jefe del Sector Eléctrico del Sistema Acueductos, comentó que el mantenimiento de estas bombas es primordial para evitar posibles desperfectos o fallas graves en el sistema. “Tiene que ser periódico, principalmente por el desgaste debido a la presencia de arena que hay en el lago, preveniente de los deshielos. Esto esmerila el impulsor y los sellos, por lo que cada determinada cantidad de horas de funcionamiento es necesaria la revisión ya que, si no se realiza, puede ingresar agua a la parte eléctrica y quemarse”, detalló.
En relación al consumo energético de la bomba de mayor tamaño, Saavedra mencionó que “es amplio, puede compararse al consumo de energía de un barrio. Por ello, el cableado debe calcularse correctamente y se deben tener en cuenta las temperaturas, para que no aumenten y ocurran derretimientos o quemaduras en los materiales”.
De este modo, para que la obra pueda ser concretada y se garantice el funcionamiento de las bombas una vez colocadas, se requiere de una gran operatividad que incluye a todos quienes forman parte del Sistema Acueductos, coordinando tareas que deben cumplirse en tiempo y forma.
“El personal abocado a estas tareas pertenece a varios sectores, como el mecánico, el eléctrico, el de mantenimiento de línea, entre otros. La obra tiene que concretarse en alrededor de una hora y media, período en el que cargamos todas las reservas de las cinco estaciones de bombeo, las mantenemos altas y a contrarreloj, actuamos para terminar en el tiempo estipulado. Pero, más allá del tiempo acotado que implica la maniobra, es una operación que nos demanda todo el día por los preparativos y medidas de seguridad que hay que tener en cuenta”, explicó el jefe de Acueductos.
Por último, destacó la labor del personal involucrado durante toda la maniobra, “nuestros equipos lograron llevar a cabo el trabajo, confiamos en que saldría bien. Además, la instalación era sumamente necesaria, esto lo planificamos durante dos semanas, pensando siempre en mantener las reservas en buen estado para no perjudicar a la población, y teniendo como objetivo reforzar el sistema de bombeo”.